lunes, 20 de abril de 2015

Milano Real (Milvus milvus)






EL PROTAGONISTA
El Milano Real es una de las rapaces más elegantes de España. Similar al Milano Negro, se distingue de este último por su silueta más estilizada, su coloración pardo-rojiza y la cabeza grisácea. Con una longitud de unos 70cm, una envergadura de entre 170-190cm y un peso entre 900-1200gr, se trata de una rapaz de tamaño medio.

Su silueta en vuelo es prácticamente inconfundible, con la cola claramente ahorquillada, sus largas alas con una visible zona más clara y la agilidad de sus movimientos. Los ejemplares juveniles son muy parecidos a los adultos, aunque con una coloración más uniforme y sin el color gris de la cabeza.

La principal característica de su alimentación es la gran falta de especialización de la que hace gala. No se trata de un gran cazador, y se decanta por pequeños animales inexpertos, heridos o enfermos, además de reptiles, anfibios, insectos y carroña. Es un visitante frecuente en granjas, muladares, vertederos y en general cualquier fuente de alimento "fácil". También es fácil observarlo sobrevolando las carreteras a media y baja altura, en busca de algún animal atropellado.





Habita en bosques a baja altitud, con zonas abiertas cercanas para buscar alimento. Los ejemplares invernantes prefieren zonas más abiertas, en ocasiones cerca del ser humano. Al final del día, gran número de aves se concentra en los dormideros para pasar la noche, generalmente en pinares y bosques de ribera.

El Milano Real es un ave residente, que podemos encontrar en gran parte de la Península durante todo el año. Es habitual en Aragón, Navarra, Castilla y León, Extremadura y parte de Andalucía, y prácticamente ausente en Galicia, la costa cantábrica y costa mediterránea. La población de Baleares se encuentra en peligro de extinción, y en Canarias se extinguió en la década de 1970. En invierno, a la población residente se le suma una gran cantidad de ejemplares procedentes de otros países de Europa.

A principios de primavera se consolidan las parejas mediante vuelos acrobáticos en los que realizan grandes picados y persecuciones. El nido lo sitúan en los árboles, a gran altura sobre el suelo. Se trata de una plataforma tosca a base de ramitas y algún material suave, como hierba o lana. También suelen reutilizar nidos de córvidos. La puesta consta de entre dos y cinco huevos de color blanco moteado, que la hembra incubará durante unos 30 días en solitario con alguna ayuda esporádica del macho. Durante las primeras dos semanas de vida, la hembra alimenta a los pollos con las aportaciones del macho. Después, ambos progenitores se dedicarán a la búsqueda de presas. Hacia los 45 días los pollos empiezan a hacer pequeñas excursiones alrededor del nido, que abandonarán definitivamente varias semanas después.


Ejemplar en vuelo. Se puede apreciar claramente su
característica cola ahorquillada


CONSERVACIÓN
La población residente del Milano Real en España se estima en unas 1900-2700 parejas, lo que supone un declive de más del 40% respecto a las cifras de los años 70-80, con un claro bajón desde la década de 1990. La cifra de invernantes procedentes de Europa tampoco es muy alentadora: de 59.000 individuos en 1994 a unos 30.000 en la actualidad.

Como otras rapaces, entre sus principales amenazas están la pérdida de hábitat, las colisiones con tendidos eléctricos, el envenenamiento accidental (al alimentarse de roedores envenenados), y el más preocupante: el envenenamiento intencionado.

El hombre tiene la manía de culpar a otros de su ineptitud, y el Milano Real es otra víctima de esta forma de pensar. Entre los "motivos" que algunos esgrimen en contra de este ave, podemos encontrar a los que dicen que causan daños a la caza menor, privando de víctimas a los cazadores. Este hecho ha llevado a la colocación, por parte de algunos desalmados, de cebos envenenados con el único objetivo de cargarse a la competencia. Estos cebos afectan indiscriminadamente a aves rapaces y mamíferos, y pueden ser un riesgo incluso para los que llevan a su perro a pasear al monte.

La menor disponibilidad de carroña debido a la crisis de las "vacas locas", también ha jugado un importante papel en el descenso de la población del Milano Real. Afortunadamente, a partir del año 2011 se ha vuelto a permitir el abandono de reses muertas en el campo.





LA FOTO
Todas las fotos de esta entrada han sido realizadas en el hide de La Terreta de Photo Logistics.

Una de las grandes ayudas a la conservación de ésta y otras especies es el trabajo que hacen desde empresas como Photo Logistics, proporcionando una fuente regular de alimento en sus muladares y comederos.

Aunque se trata de una opción con un precio aparentemente elevado, vale la pena disfrutar de esta experiencia de vez en cuando. Además, al final acaba saliendo más económico (en tiempo y dinero) que realizar todo el proceso de seguimiento, preparación y prueba-error que conlleva fotografiar a muchas aves.


Las vistas desde una de las ventanas del hide (foto hecha con el móvil)

El hide de la Terreta está situado cerca de La Torre de Tamúrcia, un pequeño pueblo en las cercanías de Tremp (Lleida). Desde este hide se pueden fotografiar varias especies: Buitre Leonado, Quebrantahuesos, córvidos y ambos Milanos entre ellas.

Se trata de una construcción fija, con capacidad para cuatro personas, con literas, wc, mesa, sillas y algunas estanterías para dejar el equipo. Las ventanas están equipadas con vidrio espía para que las aves no puedan ver los movimientos que se producen en el interior. Normalmente la entrada se realiza la noche anterior para no molestar a las aves que pueda haber por la zona. A primera hora de la mañana colocan la carroña para atraer a las aves, y empieza la diversión.

Por seguridad hacia las aves, no se puede salir del hide hasta que no venga a recogernos el guía, a última hora de la tarde.

En mi visita en marzo de 2014 tuve la oportunidad de fotografiar todas las especies mencionadas anteriormente, siendo el Milano Real prácticamente el último en aparecer. Hizo varias pasadas mostrando sus capacidades de vuelo y apenas se posó un par de veces, pero suficiente para robarle alguna foto, entre ellas una de mis favoritas de ese día:





Todo el trabajo de empresas como Photo Logistics, Wild Watching Spain, Alpasín y similares, no sólo nos ayuda a conseguir grandes fotografías con una inversión relativamente pequeña, sobretodo ayudan a las especies protagonistas de esas fotografías, asegurándoles una fuente regular de alimento, lejos de venenos y escopetas.

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