domingo, 15 de febrero de 2015

Herrerillo Capuchino (Lophophanes cristatus)


He decidido dedicar mi primera entrada al pequeño Herrerillo Capuchino que protagoniza la portada del blog.

EL PROTAGONISTA
El Herrerillo Capuchino (Lophophanes cristatus) es un ave un poco más pequeña que un gorrión. Aunque se trata de un ave principalmente de bosque, no es difícil verla en las zonas ajardinadas de la ciudad, siendo un habitual entre las aves que acuden a los comederos en invierno. Es fácil de reconocer gracias a su cresta blanca y negra que mueve constantemente, y a su corbata negra que acaba en collar. En la cara tiene una línea ocular negra que se extiende hasta debajo de la mejilla. El dorso y las alas son de color pardo y el pecho y el vientre gris claro.

Es un ave nerviosa, pero no tarda mucho en coger confianza. Cuando hay más de un ejemplar es frecuente verlos perseguirse entre ellos. Se alimenta principalmente de insectos, pero también de semillas, sobretodo en invierno. Habitual en la mayor parte de la Península Ibérica, es un ave forestal que parece preferir los pinares.

Generalmente anida en huecos en los árboles. La puesta se produce entre abril y marzo, con una incubación de 18 días. Los pollos dejan el nido a las tres semanas de nacer. En la Península no es raro que realicen dos puestas al año.

Es un ave muy agradecida de observar y fotografiar. Utiliza mucho la cresta para comunicarse con otros individuos, o cuando investigan el entorno, incluso a veces parece un síntoma de curiosidad.


CONSERVACIÓN
Aunque se trate de un ave principalmente forestal, es frecuente verlo en parques y jardines.

Como muchas otras aves de su tamaño, en invierno necesitan un aporte extra de calorías debido a las que queman sólo para mantenerse calientes.

Una buena manera de ayudarlo es con la colocación de comederos urbanos en el jardín, o incluso en el balcón. En cuanto a la dieta, la misma que para otras aves similares: cacahuetes (crudos y sin sal), pipas de girasol (preferiblemente las negras, también crudas y sin sal), y semillas en general. También hay quien hace bolas de sebo o manteca con pipas y semillas, aunque yo no lo he probado nunca. Siempre es preferible tener algo de variedad en el alimento para atraer al mayor número de especies.

Tienen preferencia por los comederos colgantes (tipo rejilla), que habría que situar colgados a unos dos metros del suelo, lejos de depredadores como gatos. También es recomendable proporcionarles una fuente de agua fresca.

La comida se deberá aportar en pequeñas cantidades, como complemento, para evitar crear una dependencia al animal. Una vez pasada la época más fría, se puede ir dejando de aportar comida de manera paulatina, nunca cortar de repente.

Aquí podéis ver un interesante artículo de SEO/Birdlife sobre comederos urbanos.





LA FOTO
En este caso, he añadido otra foto para no repetir la portada del blog.

Ambas imágenes están realizadas en el hide que Photo Logistics tiene en Barcelona, en el barrio de Horta, al pie de Collserola.

Las dos fotos están hechas con luz ambiente, en ambos casos en zona de sombra. La portada a 1/250s, f5,6 e ISO 1250, y la superior a 1/320s, f5,6 e ISO 1600. Al tratarse de una especie en movimiento casi constante, y estar en zona de sombra, hay que intentar buscar un equilibrio entre una velocidad de obturación relativamente alta y una ISO que no nos provoque problemas de nitidez debido al ruido. En cuanto al diafragma, intento trabajar siempre a la máxima apertura que ofrezca el objetivo.

Aunque prefiero el "desafío" de montar el comedero y los posaderos, siempre se agradece la posibilidad de que te faciliten el trabajo, y obtener buenas imágenes con una inversión pequeña en tiempo y dinero. Además, en el caso de grandes rapaces sería una locura hacerlo de otra manera, sobretodo por su seguridad y el estrés que se les podría provocar. Y en este sentido, el trabajo que hacen en Photo Logistics es ejemplar: siempre velando por el bienestar de las especies a fotografiar, colaborando en la Conservación de las zonas en las que trabajan y favoreciendo un desarrollo sostenible del medio rural.

Como fotógrafos de Naturaleza, debemos ser conscientes de las molestias o el estrés que podamos causar al animal a fotografiar, por lo que al menor indicio de un comportamiento extraño, deberíamos posponer o anular nuestra actividad, y siempre respetar la distancia que el animal considere segura. Más adelante hablaré sobre el Código Ético de AEFONA, un decálogo que todos los que disfrutamos con esto deberíamos tener grabado a fuego en nuestra mente.

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27/11/2015
Esta fue la primera entrada del blog... ahora, tanto tiempo después me parece un poco sosa, así que ahí van unas cuantas fotos más, espero que os gusten!




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